¡Cómo les cuesta la transparencia a los jueces!

Los juicios orales y públicos, así como las audiencias públicas deberían ajustarse a lo que dice la letra de la ley porque por principio están llamados a ser ORALES y PÚ-BLI-COS. Es muy común que las autoridades se empeñen en ponerle reglamentos a normas tan simples y claras, que hasta me atrevo a decir que muchos lo hacen con esmero, con el único fin de torcer estos principios.

Recientemente, visité el Palacio de Justicia para realizar algunas tomas fotográficas y notas periodísticas. Para el ingreso no tuve inconvenientes, pero al llegar al pasillo de las salas de audiencia empezaron algunos incidentes que no deberían siquiera esperarse.

Al preparar la cámara y hacer tomas al azar para realizar algunos ajustes, aproveché que una sala de audiencia estaba abierta, rápidamente uno de los jueces aparentemente se incomodó con el flash y mandó a una colaboradora a que indague sobre mi presencia. La pregunta es por qué razón les generé reticencia, ¿acaso no se trata de audiencias públicas?, ¿acaso está prohibido que se filme, fotografíe o grabe el audio de una audiencia o juicio oral y público?, pues la respuesta es NO.

La colaboradora me consultó si venía a cubrir la audiencia y le respondí que no, que solo estaba probando mi cámara, lo entendió y se retiró, pero muy pronto llegó el jefe de seguridad a abordarme sobre cuál era el motivo de mi presencia, en el lugar.

Luego de presentarme, más que sorprendida dije que estaba para cubrir una audiencia, y me indicó que estaba prohibido realizar tomas fotográficas en las salas, que incluso no podía permanecer en el lugar, sin antes registrarme. Por supuesto, le dije que estaba equivocado y que iba a hablar con los responsables del área de comunicación.

Así lo hice, y el jefe de prensa me explicó que con motivo de la pandemia del covid-19, se estableció que no se permitirá el ingreso a las salas de audiencia y juicios a personas que no forman parte del proceso, con la excusa de evitar las aglomeraciones. Sin embargo, no está prohibido la permanencia en los pasillos, como tampoco el registro gráfico, ni el registro en video de las audiencias y juicios, pero todo ello depende del humor de los jueces, quienes tienen un llamativo rechazo a la transparencia.

¡Quién es el fotógrafo!

Viendo ante mí el grado de incomodidad que generó mi presencia en el pasillo de las salas de las audiencias públicas, aproveché la llegada del fotógrafo oficial del Palacio de Justicia para solicitarle que me haga unas tomas, ya que a mí no se me iba a permitir el ingreso a ninguna sala, y aprovechando que se inició una audiencia presidida por la jueza Olga Elizabeth Ruiz, le pedí a mi colega imágenes del inicio de la audiencia.

Tamaña sorpresa me dio escuchar a viva voz una incómoda pregunta por parte de la jueza Ruiz, que más bien tenía tono de reproche y condena: ¡Quién es el fotógrafo! Los años de experiencia del colega en esta área hizo que no se inmutara ante la consulta inquisidora, y realizó las tomas necesarias, pese a la notoria incomodidad que le causó a la jueza el fotógrafo del Palacio.

No es la primera vez que esta jueza sostiene un extraño recelo contra el registro de las audiencias. Según me informaron fuentes del Palacio de Justicia, mucho antes de la pandemia ya prohibió que personas fuera del Palacio graben los procesos, y los responsables de registrar juicios o audiencias en varias ocasiones se quedaron sin batería o presentaron otros inconvenientes técnicos que imposibilitaron un registro adecuado de los procesos públicos.

Es más, lo que resulta más grave es que no se deja registro en acta de estos inconvenientes. Todas las ineficiencias se pasan por alto, así como los olvidos y contradicciones en que incurren algunos jueces en plenos procesos. Quizás ese sea el principal motivo porque ponen tantos obstáculos, a lo que por ley debe ser público. La transparencia les cuesta y lo público no puede supeditarse al ánimo de cada juez.

Por estos motivos, es sumamente importante que como ciudadanos exijamos mayor transparencia, en todo sentido, por ello la campaña #LatransparenciaHaceLaDiferencia presentada por IDEA es una iniciativa que deberíamos viralizar porque gracias a la transparencia se han reparado innumerables injusticias, y esta se constituye en una herramienta de control del pueblo para evitar que los servidores públicos sean tentados a perturbar las leyes y cometer ilícitos.

La campaña actual hace referencia a la importancia de que los jueces presenten su declaración jurada, un acto transcendental en el ámbito de la justicia.

Sin lugar a dudas la transparencia hace la diferencia.